19/10/2012
A raíz del día de la madre, la Agrupación de Atletas Veteranos homenajeará este sábado 20 –a las 16 y en el circuito de la Vida- a Ramona Moreno, mamá de Marcelo Fabricius.
La cita será durante la prueba que realizará conjuntamente con la Asociación de Marcha y las escuelas de atletismo, y se invitó a todos los amigos de “El Chumbichano” Vega y de “El Chelo” Fabricius para que los acompañen en la competencia homenaje a Ramonita Moreno.
Igualmente, Jesús Maza, titular de la Agrupación de Veteranos, recordó a la mamá de Fabricius con el siguiente texto:
“En este día queremos rendirte homenaje
como Madre y compañera,
por que a las carreras jamás faltabas, junto
a tu adorable esposo, el querido “Chumbichano” Vega,
hombre de silencio profundo.
Conocías al atletismo como nadie
desde la época de Ramitos, Sigampa o
don Pedro Arias, fanática de las carreras
donde dejabas tu cariño inefable.
Siempre atenta, no te perdías detalles,
llegabas despacito y en algún lugar te ubicabas,
ya sea la carrera de calle, el circuito de la vida
o en la pista; desde cualquier lugar oteabas, cuando joven
gritando o aplaudiendo, y con los años
mirando y aconsejando.
Así es que a nadie escapaba que en cualquier lugar del circuito tu estabas,
a cuantos les cuidabas el bolso, el anillo,
cadenita o el rosario, rosario de aplausos que a tantos brindabas.
Ramonita Moreno, desde el cielo,
recibe mi canto, canto lento de mis
pasos, de mi trote ágil o a veces cansado,
canto de las piernas ágiles de tu Gacela,
el “Chelo” Fabricius tu hijo del alma,
que en un triste despertar, vio apagarse la luz de tu ensueño,
como tus dos hijas y tu entrañable esposo que
vieron de antes tu partida, cuando de a poquito
comenzaste a despedirte
visitar a tu hermana querida, entregar tus aros,
visitar a algún amigo, y poner en el corazón de tu esposo
ese anillo de oro que guardaba eterno compromiso.
Amiga del alma, madre que brindaste un consejo,
por tantos aplausos y acompañamientos,
quiero recordarte en éste día, recordarte corriendo,
quizás sienta tu grito, grito que da fuerza
como el aire de tu Chumbicha natal, pero con un nuevo resplandor
ahora sos un mensaje de amor
que llega a mi corazón,
como una melodía de lealtad en cada latido,
que llena mi pecho de inefable emoción.
Por eso hoy mi amigo “Chumbichano” Vega te acompaño de corazón,
en el dolor que abre tu pecho, el de Chelo
y esos dos primores de amor que son tus dos hijas,
y el pimpollo que es tu nieta.
Se oscureció tu vida por tan inmenso dolor.
Pero me sorprende cuando dices:
mi esposa a Dios se debe,
y alguna mañana cuando el sol asome por la ventana,
la voy a ver florecida en un campo de amor,
como el día que la vi tan bella,
cuando me dio su sí frente a un altar.
Cosas de la vida, cuantas miradas, pasos y sonrisas se cruzan,
pero como un suspiro, ves irse a tu compañera;
quizá se va para prepararnos el camino
y esa morada de eterno amor.
En éste día ya no llores
porque una nueva nube rosada hay en el cielo,
junto al bendito padre del amor,
que dejará que se habrá en su jardín,
una nueva flor,
flor fresca de exquisita fragancia,
que acunará en su seno,
todos nuestros sueños
que son como una estrella de amor.
Por ello madrecita tierna,
que arrullas desde el cielo nuestras carreras,
cantanos tu dulce canción,
pues tu nos conoces como niños,
porque conoces el atletismo antes que Yo,
cuanto te debo, porque por correr en la vida,
no hice una pausa para hablar con vos.
Hoy Ramonita corremos en el Circuito de la Vida,
y hacemos éste homenaje a todas las madres
y en especial a vos, ninguno va a faltar,
porque a cuantos hiciste un favor;
hoy el chelo más que nunca, correrá con un canto de amor,
a Ti madre del alma,
que fuiste nuestra amiga del corazón;
y al querido “Chumbichano” que mira despacito,
por debajo del paso del tiempo,
tus pasos de amor
que se deslizan acariciando las mañanas serenas,
que nos entrena para caminar
los caminos infinitos del eterno Dios.
¡Fuerza “Chumbichano”, fuerza “Chelo”,
fuerza primollos de amor,
en esta nueva carrera que la larga y la termina Dios”.