25/01/2013
A través de una nota, Jesús Maza se refirió a “El Llastay” que será homenajeado este sábado 26, con una prueba atlética en la localidad de Aconquija, en Andalgalá.
La competencia, que tendrá su 6ta. edición, es organizada por la Escuela de atletismo “Los Mayuatos” con respaldo de la Secretaría de Deportes y abre la temporada 2013 de la Agrupación de Atletas Veteranos “Pedro Arias”
Elaborada por la profesora en Historia, Vanesa Carrizo, el texto señala lo siguiente: “Ante los continuos interrogantes de atletas o personas que simplemente disfrutan del deporte, acerca de quien es ‘El Llastay’ y del porque de un homenaje consultamos al profesor Jesús Maza nacido y criado en Aconquija, conocedor de la región y un destacado atleta”.
¿Quién es El Llastay?
En mi niñez recuerdo que en las conversaciones de las familias de Aconquija sonaba este nombre y se referían a él con un extraordinario respeto, sucedía lo mismo cuando se preparaba la ofrenda que se llevaría a las altas cumbres.
El Llastay es una divinidad de la cultura de los pueblos aborígenes que habitaban los nevados del Aconquija, para ellos era el protector la flora, la fauna y toda actividad que se realice en la alta montaña. En ese tiempo la mayoría de las familias subía a las altas montañas para traer un guanaco para el charqui y los tan preciados yuyos del cerro como la “Puposa”, La Yareta, el espinillo, la Chachacoma y la a Lucena y sanalotodo entre otras. Todo varón de una u otra forma debía formarse en el arte campestre y uno de los desafíos mayores era subir a los duros nevados con las ropas gauchas tejidas con lana de llama u ovejas y en muchos casos con alpargatas, en esa época no se utilizaban equipos sofisticados.
Personas que tienen historia en las montañas como don Martín Vedia que caminaba de ushutas al cerro, Nicolás Mansilla a paso firme llegaba al cerro y regresaba con un guanaco en sus hombros y cuenteros famosos como el “Tío Nene” Ríos, doña Jesús Vega que vivían en la quebrada del Tesoro de Arriba a mas de 4500 msnm. y así tanto a los que elevo mi admiración y fueron ellos quienes aportaron relatos sobre el Llastay y hoy me permiten transmitir esta tradición.
¿Cómo es representado El Llastay?
El Llastay se lo puede representar generalmente con la figura de un guanaco reluciente, o un pájaro que te visita en un real, o un ave que sobrevuela acompañando el paso de los caminantes; pero siempre notas algo especial, algo que esta mas allá de lo común, no sé si es un misterio pero si algo que te hace pensar en él: De repente ves un animal y luego desaparece inexplicablemente ante
¿En qué consisten las ofrendas que se hace a El Llastay?
Las ofendas consisten en lo mejor que le quieras regalar sobre todo alimentos dulces y bebidas fuertes que lo ayuden a soportar el crudo invierno, por ejemplo aguardiente y añapa, mezclado con pasa de uvas, higos y nueces y también par lograr el favor de este dios y lograr abundancia en la fauna y la flora.
¿Que podría suceder a una persona que descree de El Llastay y quiere ascender a los nevados del Aconquija?
Escuche comentarios pero también he visto personas descreer de estas tradiciones a las que por pura casualidad o no, no les fue bien en la montaña, algunos que nunca pudieron llegar por lo que la creencia popular dice:”El cerro no los quiere “o “el cerro o los dejó llegar… es el espíritu de El Llastay como en otros lugares es el de la Pacha Mama que hay que saber respetar.
¿Cómo eran las actividades relacionadas en esta divinidad en la Aconquija de su niñez?
Ascender a las altas cumbres solo se lo hacía en la época de otoño e invierno, evitando el verano por el temor a las fuertes lluvias, las tormentas de piedra y eléctricas que una vez que alguien experimentaba esto en las alta montaña no lo olvidaras por el resto de tu vida y no se atrevían a volver a subir en esas condiciones climáticas.
Se respetaba en especial las épocas de reproducción de los animales así que en ese periodo no solían ir a cazar a la montaña, si a bajar la brava hacienda vacuna conocida como “orejanos”, pero de una u otra forma esa ofrenda no faltaba para que el dios de las alturas te proteja en esas inmensidades, para que la Puna sea benigna y vayas con suerte en la caza de los animales y sobre todo no te enfermes
Nosotros en Aconquija en nuestra niñez éramos una familia nómada yendo de un lado a otro por la inexistencia de un trabajo e ingresos fijos y nuestros padres debían ingeniárselas para criar ocho hijos, un año de podía arrendar tierras para la siembra y el otro como puesteros en las Cumbres o en la Quebrada del Pizabil en una u otra mesada o sea que nuestra vida estuvo ligada a la naturaleza, el cultivo de la tierra, a la caza y la pesca.
¿Cómo Surgió la idea de realizar una carrera para Homenajear a El Llastay?
Si bien en Aconquija se desarrollaron varias competencias con distintos motivos, en una ascensión de los cordones nevados del Aconquija mientras descansábamos en el real del “Abra Grande” matizando el paso del tiempo a la orilla del fuego de Yareta surgió la idea de hacer una competencia que haga trascender el nombre del Llastay, pues en esa ocasión habíamos ascendido a una de las tres puntas del Nevado del Candado a la que identificamos como la cumbre del Llastay ya que allí encontramos palos con las puntas quemadas que pueden estar relacionadas con algún ritual indígenas. De esta forma nos pusimos a trabajar con mi hermano Ramón y toda la familia para llevar adelante esta competencia.
Entonces que mejor que agradecer a la vida y a su creador, las bonanzas en nuestra familia y de muchas de Aconquija que por años vivieron de las siembras, cría de animales y la caza en las altas montañas, sintetizamos nuestra sencilla ofrenda y agradecimiento a la memoria de los originarios habitantes de nuestra América ancestral, sus montañas con la pureza de sus aguas cristalinas y la fecundidad de sus tierras
Po r ello este legado ancestral de nuestros antepasados debe cobrar vida hoy más que nunca por la memoria de nuestros pueblos originarios y porque aun en las altas montañas existen ruinas intactas con toda su riqueza histórica y cultural como testimonio de su presencia.
En la competencia atlética Homenaje a El Llastay que se correrá por la calles de Aconquija uno de los lugares mas hermosos de Catamarca, cuya Villa se levanta los pies del cerro del mismo nombre de permanentes cumbres blancas, los atletas y las personas que solo practican deporte por puro placer y como un saludable hábito podrán experimentar, una exquisita combinación de naturaleza, tradición y deporte. La invitación está abierta a todos buscando ampliar este proyecto de hacer un atletismo inclusivo e integrador para todas las personas y llegar a los lejanos pueblos del interior provincial.