En primer lugar quiero agradecer la posibilidad que me brindan de poder difundir el atletismo, una de mis pasiones, en sus distintas expresiones o manifestaciones que no son ni más ni menos que el hombre realiza desde que nace hasta que muere. Quien alguna vez no lanzó, no saltó, no corrió; pero que en este caso la disciplina como actividad deportiva estas acciones son llevadas a un terreno o a un campo de deportes. La primera imagen que debe tener un niño es la de una actividad deportiva pero con fundamente lúdico. Todos sin excepción hicimos atletismo en algún momento de

nuestras vidas en algunas de sus expresiones o en todas, correr, saltar, lanzar, etc. Esto que tiene que ser con cuestiones primarias del hombre porque se convierte en una necesidad básica del mismo para poder expresarse y comunicarse con sus pares y el mundo que lo rodea; convertido en una actividad deportiva se traslada a una pista o a un campo, o a un cajón de salto, a un círculo de lanzamiento, donde se utilizan implementos de diferentes formas y pesos, para convertirse en lo que la gente conoce como el atletismo convencional el cual trataremos a continuación en su etapa de iniciación.
Ya hemos hablado que el hombre en general y el niño en particular tienen de manera natural gestos y acciones atléticas donde yo como entendido, llámese profesor, entrenador, monitor, etc.; tengo la obligación de saber que el niño es una personita en crecimiento al cual tengo que guiar para que descubra sus aptitudes potenciales y que aun descubiertas debo de respetarlo en su elección y debo enfocar mi tarea desde el punto de vista lúdico primero para que sea él y nadie mas que él quien elija si va a tomar con el paso del tiempo el atletismo como su deporte preferido.
Como profesional debo presentárselo como un espacio de juego donde la presión no debo existir jamás, para poder moldear un niño sano y en pleno ejercicio de su libertad, en su mente primero y luego en su físico. Y que de esta manera logre usar su cuerpo para comunicarse con sus pares, con la naturaleza, con el mundo, en definitiva con su propia vida.

‘Profe' Dimas García